El impulso del Barrio Lastarria: ser un referente turístico y cultural
Dirigentes empresariales de esta zona de la capital apuestan por un crecimiento sustentable.
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Con más de 150 años de existencia, el Barrio Lastarria ha logrado mantener su estampa artística y patrimonial, incluso frente a los necesarios matices de modernidad que le exige una ciudad como Santiago.
Los retos para este lugar de la capital no paran. Las organizaciones que conviven en este espacio entre Plaza Italia y el cerro Santa Lucía, la Alameda y el Parque Forestal, están convencidas de que sus atributos pueden erigirla como un gran referente urbano dentro y fuera del país.
“Santiago se ha ido posicionando paulatinamente en el contexto internacional como un destino imperdible para el año 2018. Así lo reconoce la prestigiosa revista Nathional Geographic, que señala los atributos de la capital en torno a la multiculturalidad de sus barrios como Yungay, Bellavista, Lastarria y Bellas Artes”, señala el director Regional de Sernatur, Felipe Vásquez.
Subraya que Sernatur, en diferentes ferias internacionales en mercados estratégicos para Santiago, promociona al Barrio Lastarria como uno de los destinos más recomendados.
Desde 1997 este punto de la capital es Zona Típica (ZT), gracias a su particular arquitectura, además de los monumentos históricos. El Palacio de Bellas Artes, el Palacio Bruna y la Iglesia de la Vera Cruz le otorgan este valor al entorno.
Sin embargo, el camino no ha estado exento de baches. Años atrás se frustró su clasificación como barrio ZOIT (Zona de Interés Turística). Según explica el presidente de la Agrupación Gremial Empresarios del Barrio Lastarria (Agebla), Alfonso Molina, influyó una gestión deficiente en la manera de comunicar a los vecinos las ventajas de obtener esta categoría.
Esta vez, la asociación está empeñada en conseguir nuevos logros a través de un trabajo con los distintos actores del sector y el apoyo de instituciones público-privadas.
Sustentabilidad
El crecimiento comercial de Barrio Lastarria ha sido gradual, aunque constante en los últimos diez años. Según Agebla, la oferta comercial ha crecido de 3 o 4 restoranes clásicos en 2005 a más de 20 actualmente. “Está bastante dimensionado y acotado, pues se trata de una superficie muy pequeña”, apunta Molina. La oferta hotelera también ha hecho lo propio gracias a la apuesta de algunos inversionistas. En 2006, según recuerda, eran 2 o 3 los lugares de alojamiento. Hoy ya son cerca de 10, entre hostales y hoteles de cinco estrellas.
Toda esta evolución urbana ha duplicado la plusvalía del barrio, y si en 2005 el costo del metro cuadrado promediaba las UF 30, en la actualidad se ha elevado a UF 55, dependiendo del sector, según el mismo Molina.
Pero para Agebla este crecimiento debe ser sustentable en el tiempo, es decir, amable con el medio ambiente y que promueva el reciclaje y el uso de energías renovables no convencionales (ERNC).
En el marco del proyecto adjudicado por Corfo, Nodo Lastarria-Bellas Artes, están intentando mitigar la huella de carbono de restoranes y hoteles y fomentar el uso de paneles solares en edificios. Además, junto al municipio y la Corporación de Desarrollo de Santiago, Agebla planea -de adjudicarse parte de los recursos del Programa de Fomento Asociativo (Profo)- formular una estrategia de barrio sustentable y sostenible en el tiempo, a partir del análisis de las brechas que reveló el levantamiento de información realizado previamente con la comunidad.
Barrio Arte
Seis meses atrás los directores del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Museo de Artes Visuales-Museo Arqueológico de Santiago (MAVI-MAS) y Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) se plantearon la meta posicionar a este lugar como un referente artístico, cultural y patrimonial de la Región Metropolitana.
Luego de varios encuentros para definir las líneas de trabajo comunes, a fines de noviembre formalizaron este objetivo en Barrio Arte, una alianza que busca compartir estrategias de comunicación y de programación, con el fin de generar una oferta más atractiva y consonante con las necesidades del territorio, explica Cecilia Bravo, directora ejecutiva del MAVI-MAS.
Para este verano programan una muestra de murales pintados por grafiteros extranjeros y locales en lugares ciegos o ubicados en sitios críticos del barrio. Junto a la Corporación Regional de Turismo planean también desarrollar un proyecto de señaléticas que dibuje una especie de ruta de los puntos artísticos de la zona.
La idea, explica, “es estandarizar un modelo en la vía pública que marque los hitos culturales y lugares como el Biógrafo, el teatro Ictus, las galerías de Arte, y así darles visibilidad”.
El siguiente paso, precisa, será concretar las etapas de difusión de todas las iniciativas mencionadas.